Vanguardias históricas

Corrientes artisticas que marcaron la primera mitad del siglo XX.

sábado, julio 01, 2006

Realismo socialista
Estilo generado en la Unión Soviética en la década de 1930 con fines propagandísticos y que se difundió a otros países comunistas después de la II Guerra Mundial. Dicho movimiento, se fraguó en la extinta URSS durante la época de Iósiv Stalin y el primer paso hacia su establecimiento oficial fue en 1932, cuando el Comité Central del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) decretó que todos los grupos artísticos independientes se disolvieran en favor de las nuevas formaciones controladas por el reciente Estado. En el año 1934 el yerno de Stalin, Andrei Zhdánov, pronunció un discurso en el Congreso de la Unión de escritores soviéticos en el cual se afirmaba que el realismo socialista era la única forma de arte aprobada por el Partido. A partir de ese momento, los artistas fueron requeridos para suministrar un 'panorama históricamente concreto de la realidad en su desarrollo revolucionario'. Zhdánov también repitió la frase de Stalin que describía al artista como un 'ingeniero del alma humana'.

El soporte de esta teoría estética estaba fundado en los escritos de Marx, Engels y Lenin. La esencia del Realismo Socialista se desarrolló gradualmente desde esas premisas y sus preceptos se volvieron confusos a través de las subsiguientes críticas y comentarios del Partido. Broadly vino a decir que el artista debería pintar sucesos y personas reales desde una óptica optimista e idealizada que proporcionara la imagen de un futuro glorioso de la URSS bajo la era comunista. El arte debía ser accesible a las masas y tener un propósito social. En aquel momento, con las demostraciones de procesos y depuraciones de los oponentes políticos en la década de 1930, los artistas que no acataron los dogmas del realismo socialista fueron expulsados de su empleo, exiliados o asesinados. En severo contraste con el ambiente de la vanguardia de la década de 1920, todo arte formalista y progresista fue censurado como capitalista y burgués y desprovisto de cualquier relevancia para el proletariado.

Aunque el partido restringió drásticamente la libertad artística, hubo sin embargo una gran variedad de interpretaciones del realismo socialista en términos de estilo y de temática. Los asuntos más tratados incluían imágenes de trabajadores en los campos o en las fábricas, retratos de Stalin y de otras figuras de Estado, escenas históricas de la Revolución e idealizaciones de la vida doméstica. En lo estilístico, los artistas fueron animados a imitar el trabajo de Iliá Repin y otros miembros del grupo de los Vagabundos, aunque algunos emplearon un tímido impresionismo o una manera de pintar más ingenua. Uno de los exponentes favoritos del realismo socialista fue el pintor Sergei Gerasimov, quien produjo paradigmáticas imágenes tales como Fiesta en una granja colectiva (1936-1937) y Stalin y Voroshilov en el Kremlin (1938; ambas en la Galería Tretyakov de Moscú).

Después del fin de la II Guerra Mundial el realismo socialista tomó un cariz nacionalista, y las influencias extranjeras fueron especialmente criticadas. Ejemplos de este estilo académico, con énfasis en escenas históricas gloriosas, son las obras de Vladimir Serov como La entrada de Alejandro Nevski en Pskov (1945, San Petersburgo). La URSS también impuso el realismo socialista al nuevo bloque de países del Este. Sin embargo, con la muerte de Stalin en el año 1953 y el declive de su reputación bajo Nikita Jruschov, el realismo socialista se transformó en un estilo menos fuerte aunque permanecieran ecos de la estética oficial. También se extendió a China, donde fue el único estilo aceptado hasta la muerte de Mao Zedong en 1976. Con la disgregación del bloque comunista a fines de la década de 1980 el realismo socialista decayó. Pasó a ser utilizado de forma irónica en algunas obras, y a criticar el antiguo sistema comunista.